El equipo económico casi no tiene las herramientas tradicionales para poner un freno abrupto a las subas de precios. No puede utilizar el tipo de cambio, las tarifas, el salario ni la tasa de interés para provocar una baja fuerte de la inflación. Por el contrario, cada una de estas variables está alimentando el fuego de la inflación. La apuesta oficial entonces es cumplir con el programa del FMI como ancla de las expectativas inflacionarias. ¿Existe el tiempo político-electoral para un plan de estabilización?