La corrida cambiaria y bancaria busca tierra arrasada para impulsar un ajuste hiperregresivo. Casi no existe respaldo internacional ni local al experimento socioeconómico de eliminar la moneda nacional. Es un engaño de Milei para captar votos de un sector de la población cansada de la crisis de ingresos, para después no cumplir con esta promesa, o es un disparate que terminará arrojando la economía al caos.