La inflación de julio marcó el 7,4 por ciento, la más elevada desde abril de 2002 cuando fue de 10,4 por ciento. Y la tasa interanual del 71 por ciento es la más alta desde enero de 1992. El desafío del Gobierno de Alberto Fernández y del ministro de Economía, Sergio Massa, en particular, es lograr una baja sustancial de la inflación para generar las condiciones de recuperación de los ingresos en términos reales de los sectores populares.